18 de marzo de 2014

Gravity. La apoteósis del artificio y la modestia argumental.

Gravity, una película dirigida, co-escrita, co-editada y co-producida por Alfonso Cuarón, narra los devenires de un equipo de astronautas enfrentando una contingencia de vida o muerte.
Las situaciones presentadas son interesantes, los recursos utilizados para contar la historia son interesantes, los efectos especiales son muy interesantes... pero el hecho que deseo resaltar es, y lo que viene se opone a lo antedicho, que la historia narrrada no tiene nada de interesante.
Se suma así una nueva película intrascendente a mi larga lista de películas vistas con las que he perdido el tiempo en vez de utilizarlo para ver alguno de los tantos clásicos que me quedan por ver.
¿Que la película ganó siete premios Oscar y muchos premios más? de acuerdo, es una de los tantos bodrios que ganan premios. Nada puede sorprendernos de los gustos de los miembros de la academia desde que en 2004, Crash, de Paul Haggis, ganó un oscar a la mejor película y otro al mejor guión original, solo por citar la última vez que vi la entrega de los Oscar, pero hay muchos otros bodrios premiados en la historias de los Oscar y otros galardones al cine.
En el caso de Gravity, además de lo pobre de la historia también hay algunos clichés de mal gusto, como cuando el Comandante, ya fallecido, se le aparece a la sobreviviente en un sueño para darle la respuesta técnica al problema de locomoción de la nave, o la metáfora de la Bullock flotando como un feto en la nave espacial, cosas realmente muy banales.
Y sin embargo no puedo dejar de admirar a Cuarón, como a todos los hacedores qué, más allá de los gustos y los géneros trabajan con calidad y entusiasmo. Pero recomendar la película es algo que no puedo hacer, porque no me alcanzan los logros técnicos, ni de producción, ni una buena dirección para justificar el verla.
Sigo pensando que el cine esencial, el que vale la pena ver, es aquel en el que lo principal es el hecho narrativo y en donde prima la lógica de lo literario. Es en este sentido que no puedo justificar un final como el que nos presenta Cuarón en Gravity, basado en lo visual y no en lo argumental.
Me dirán que mi idea de lo que es el cine atrasa treinta años... pero no, pese a las películas taquilleras, y pese a las populares grandes producciones, aún se hace muy buen cine, todo es cuestión de saber elegir. Ahí tenemos a Woody Allen con "Blue Jasmin" por ejemplo, que sigue dando qué hablar.
Claro que todo se trata de expectativas... hay quien usa al cine para evadirse, hay quien lo usa para distraerse de la realidad, o incluso para soñar. Particularmente, me quedo con una definición de Chabrol que siempre me alegro de poder citar.
"De la gente que va al cine, algunos van para aprender, otros para ver cosas bellas, algunos para distraerse y otros, que son los peores, para olvidar. Yo no quiero que olviden, sí quiero que se distraigan. ¡No se si algunos aprenderán! Pero lo ideal es que los ayude a vivir, que los haga pensar para ayudarlos a vivir. Y no creo que una inyección de morfina los ayude a vivir. Eso solo calma el dolor."
Claude Chabrol


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Fernando M. Sassone
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Escritos sobre cine, fotografía y literatura. Fernando Marco Sassone / Yörik. © 2007 Fernando Sassone. - http://www.cinematicon.com.ar

He entrado entre los vivientes como se entraría en el sueño de un loco: la mayoría de los que me toman por un sueño despierto duermen profundamente, eso es evidente; en cuanto a los otros, comprenden mi delirio

Karl Friedrich Veldt.