¿Por que nos conmueve
el cine italiano? ¿Por el arte de sus directores?: Fellini, Visconti,
Risi, Pasolini, Scola, Monicelli, Antonioni... ¿Por la magia de sus
intérpretes? Gassman, Sordi, Mastroianni, Manfredi, Volonte... Por
contar historias conmovedoras con realismo y grotesco en la justa
medida, humor y tragedia en la justa medida y un sentido estético de lo
narrativo?
Pienso en el cine italiano y su capacidad de emocionar y se me ocurre
contar un ejemplo. Pienso y me vienen a la cabeza decenas de películas.
Me detengo en una comedia cualquiera. Es la secuela tardía del clásico
"Los desconocidos de siempre" (1), un filme de 1958 del maestro Mario
Monicelli. La secuela se llama "Los desconocidos de siempre, veinte años
después"(2), de Amanzio Todini (1985),
Esta singular comedia sigue un esquema más o menos predecible, con
toques de realismo y grotesco, pero hacia el final, en sus últimos
segundos, se torna una tragedia. Pero no lo hace con un golpe bajo e
impredescible sino con realismo y emotividad, en una toma que se
resuelve sin diálogo, con a penas unos pocos gestos de Vittorio Gassman.
¿Cómo es posible esto? Ya les cuento la película:
Tiberio (Marcello Mastroianni) sale de la cárcel luego de cumplir varios
años de condena. A la salida lo espera su amigo y ex-compañero de
banda, Pepe Pantera, (un ex-boxeador, interpretado por Vittorio Gassman)
quien le propone un nuevo trabajo. Tiberio, decidido a llevar una vida
honrada, rechaza la propuesta.
Pero el mundo ha cambiado mucho y no logra insertarse en la sociedad
como soñaba y decepcionado, le pide a Pepe que lo incorpore al
operativo. Pero esta vez es Pepe quien lo recahza. Pero Tiberio
insistirá hasta el punto de provocar un infarto a Pepe, quien debe ser
hospitalizado.
Tiberio ingresa entonces al plan, haciéndose pasar por Pepe Pantera, y
encargándose de complicar hasta las cosas más simples en hilarantes
situaciones.
Terminado el operativo, la banda se reune a festejar el cumpleaños de Pepe Pantera (ya recuperado) y el exito de la misión.
Organizan una gran comilona al aire libre donde charlan y bromean sobre
sus aventuras y proyectos de retiro. Llega el momento y le cantan el
feliz cumpleaños a Pepe, pero cuando este se dispone a soplar las
velitas de la torta, aparece un extraño con aires conspicuos y lentes
oscuros. Es un matón que viene a cobrar venganza por los enredos
causados por Tiberio impersonificando a Pepe.
El matón se para unos metros delante de Pepe y le pregunta:
—¿Pepe Pantera?
—Sí —le contesta éste.
Entonces el sicario levanta un arma y le apunta.
Atención, aquí viene la magia. Todo sucede en el lapso de tiempo desde
que el matón le apunta con el arma hasta una fracción de segundo
despues, cuando dispara (la acción corre en cámara lenta para darnos el
tiempo suficiente como para disfrutarla y sentirla):
El matón levanta el arma
y apunta a la cabeza de Pepe. Pepe desconoce el motivo, pero comprende
que llegó su hora. Entonces, en un acto reflejo (recuerden que él es un
ex-boxeador), pone sus manos en posición de guardia, mira al matón a los
ojos (mira a la muerte de frente) y balancea su cabeza de un lado hacia
otro como preparándose para esquivar un golpe, entonces tira un golpe
al aire, momento en el que recibe el balazo y cae muerto.
Ahi termina la película... y comienzan mis lágrimas.
...
Fernando Marco Sassone
www.finisafricae.com.ar
www.fs.singularidad.org
1. "I soliti ignoti", Mario Monicelli, (1958).
2. "I soliti ignoti vent'anni dopo", Amanzio Todini (1985)
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